"Las cualidades como la paciencia, la modestia, la resignación y la autodisciplina que el obrero aporta a su lucha por una vida mejor, el respeto instintivo por la dignidad fundamental de todo ser humano, era algo que en nuestro caso brillaba por su ausencia o solo estaba presente en una forma embrionaria"
"Un exceso de seguridad durante la infancia sumado a un exceso de disciplina impuesta desde arriba a la fuerza o con la amenaza de la fuerza, nos había hecho desarrollar una malicia tremenda, una especie de prolongación de ese gusto por las travesuras de la niñez. No solo nos incitábamos mutuamente a atormentar más y más a la clase que hacíamos abandonado y a cometer atrocidades contra ella, sino que nos encantaba comparar nuestro ingenio con el del mundo en general"
Jessica Mitford, "Nobles y rebeldes" (1960)